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DESDE MI TABLET (EDITORIAL)

#DesdeMiTablet | RIP Robin Williams

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 María Eugenia Pardo

@marupardo

robin williams integrate news desde mi tablet rest in peace ripDesde la última vez que conversamos, ha pasado de todo y el mundo está upside-down (o como se dice en nuestros países, patas pa’rriba). Terremotos, guerras, virus mortales, disturbios sociales, despidos, divorcios, diagnósticos… you name it. Pero el lunes 11 de Agosto a media tarde, una noticia que parecía un error o una jugarreta vía twitter sacudió al mundo y por un rato, no se habló sino de la inesperada partida de Robin Williams.

En cuestión de minutos, las redes sociales se llenaron de mensajes de sus millones de fanáticos, quienes impactados por la noticia, no podíamos creer lo ocurrido. Robin Williams forma parte de la memorabilia colectiva de varias generaciones que disfrutaron de su perenne capacidad para reinventarse con el paso del tiempo. Yo lo descubrí como Mork, del Planeta Ork. Mis hijas, como el inolvidable Genio de Aladino. Mi Mamá, como Ms. Doubtfire, mi Papá como Patch Adams, mi esposo como Adrian Cronauer de “Good Morning Vietnam”. Y así como nosotros, muchos.

A medida que se conocían detalles, algunos mensajes fueron cambiando de tono y pasaron a focalizarse en el final trágico y no en la película completa. La forma le comenzó a ganar al fondo y una sombra de ignorancia comenzó a posarse sobre la memoria del recién desaparecido Robin Williams.

Destaco el punto de la ignorancia, porque la depresión es la enfermedad mental más común en los Estados Unidos. Según la Asociación Americana de Ansiedad y Depresión, ésta es una condición en la que la persona se siente desmotivada, triste, desesperanzada y desinteresada de la vida en general, por lo que interfiere en las relaciones familiares y sociales del afectado. La enfermedad se desarrolla debido a una serie de factores de riesgo que incluyen a la genética, química cerebral, personalidad y eventos de vida y afecta a 40 millones de adultos mayores de 18 años en todo el país  (18% de su población total). Y eso, es casi 20 personas de cada 100. Un montón, ¿No?

Robin Williams fue un ser humano auténtico que no sólo nos hizo reir y llorar con su talento, sino que fue un excelso embajador de buena voluntad para nuestros soldados en plena guerra, nuestros niños, los homeless (indigentes) y veteranos quienes seguro, como nosotros sus seguidores, jamás pensaron que en su caso, la procesión fuera tan dentro, por dentro. Y como ser humano, perfecto no fue. Pero que alguien me diga querid@ lector@, ¿Quién puede tomar agua por otro?, nadie. ¿Quién puede opinar sobre cómo siente otro?, nadie. ¿Será que a ti te sabe igual un limón que tu vecino?. No es que yo crea que no… la realidad es que esta respuesta, nunca la podremos saber.

Yo sólo espero que este final no-feliz pueda contribuir a que el mundo entienda que la depresión no es una elección ni una depravación – causada por la fama, el dinero o la falta de voluntad. La depresión es una enfermedad, que como todas, puede llevar a la muerte. RIP Robin Williams. Thank you for the laughter and the good moments. “Good morning, Vietnam! Hey, this is not a test. This is rock and roll”.