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#RelatosDeUnaMadreExtranjera | Dietas de comienzo de año

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por Ingrid Chalita Moreno

 

Relatos IN7Miami, Enero 23, 2014.- La verdad, es que son épocas de Pepe Grillo éstas después de los relajos de las fiestas, donde te miras al espejo y sabes que por lo menos un kilogramo te metiste de más (los míos son algo más que uno, pero no muchos más, bueno si son, pero no es que esté grave, grave).

Hablar de dietas parece ser tema obligado por estas fechas, pero la cosa se pone color de hormiga cuando esa horrorosa palabra la colocas en contexto con tu humilde humanidad…

Mujer, latina (aunque Moisés Naím y su invitado en la entrevista de la semana pasada dijeran que el término no es preciso y es una cuestión de marketing inventado en épocas de  Nixon), pre-menopaúsica y pre-diabética. Si a esos minúsculos “detallitos” le agregas el hecho de vivir en donde el clima te dice “necesitas cabohidratos” cada vez que llueve o cae nieve (4 días consecutivos sí y uno con 70% de posibilidades), amén del trapero que debes usar para salir al carro, la cosa se pone cuesta arriba.

Sin embargo, y debe ser algo que se lleva en el ADN, una piensa en carnavales (que por supuesto aquí no se celebran pero igual se piensa en ellos), o en las vacaciones de primavera (o mi latina Semana Santa) donde aquí sigue nevando (pero igual piensas en ellas) y como que recuerdas el traje de baño aquel que tanto te gusta.

Para colmo de males, enciendes la tele y de forma casi providencial, se te aparece la Sra. Mary Osmond diciendo que, después del show ese en que reapareció gordita, perdió 50 libras y como buena extranjera comienzas a sacar los deditos para sacar cuentas y convertirlos en kilogramos. Ahí te das cuenta que tampoco así, 50 suena grande y que pensar un poco más de la mitad de ese número es algo más razonable y definitivamente posible.

Ingrid Chalita relatosdeunamadre@gmail.com

Ingrid Chalita
relatosdeunamadre@gmail.com

Pues, al final,  como que te provoca meterte en cualquiera de esos programas que te dan una manita para rebajar.

Eso sí, con la firme convicción que una debe engordar en kilos y rebajar en libras ya que así el esfuerzo es mucho mas amable con la realidad.

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