#SanaciónValiente | Champú para el Alma

Luis Sosa

Miami – Mayo 7, 2014.-  La nuestra es la sociedad de la limpieza extrema… cloros, desinfectantes, aromas, trapos mágicos y demás yerbas. La televisión nos intenta convencer de la felicidad que traerá a nuestro hogar si limpiamos de tal manera o con tal producto, olvidándonos por completo de la limpieza más importante para el ser humano.

Internamente vamos acumulando patrones de conducta y formas de pensamiento que nos intoxican y hacen de nuestras relaciones con los demás un verdadero caos, hacen de nuestro trabajo una lucha permanente para sobrevivir y hacen de nuestra vida en general algo denso y con cada vez menos alegrías.

Ya es tiempo de dejar de culpar a otros por nuestros problemas, ya es hora de hacer limpieza interna y empezar a revisar todas y cada una de las creencias que tenemos y que nos han puesto en el sitio en que estamos… quizá son patrones familiares “el dinero es sucio”, “soy mal@”, quizá son conductas aprendidas en el colegio “las emociones no se expresan” o son filosofías aprendidas “ésta es la verdad”, todas moldean nuestra forma de ver la vida y de comportarnos.

Da mucho miedo revisarlas porque si nos quedamos sin ellas sentimos un vacío, “una nada” que nos deja sin agarre y salvavidas. Recuerdo una vez que estuve por espacio de una semana o dos dudando seriamente si existía Dios y sentí pánico. No era que sentía que la vida era un caos sino que ninguna de mis creencias se sostendría mucho tiempo si Dios “no existía”… aprendí a ver la vida de otra manera, no sólo desde mi óptica “religiosa” y descubrí que hay muchas verdades, no sólo la mía!.

Si queremos sanar o resolver cualquier asunto, necesitamos ser valientes y poner nuestras creencias en el banquillo de los acusados… ¿Cuán ciertas son?, ¿Cómo se crearon?, ¿Qué he logrado con ellas?. Algunas se sostendrán ante la mirada inquisitiva, otras no y hay que dejarlas ir.

Aquí-entre-nos, eso es lo más difícil para un humano, pero es tarea obligada si queremos alcanzar la felicidad y evolucionar hacia el bienestar permanente. Sigamos limpiando la cocina, el baño, el piso, con los productos más innovadores y ecológicos, pero no nos olvidemos que hay una limpieza más importante, fundamental… la limpieza mental, con su aroma inigualable de paz interior.