María Eugenia Pardo
@Marupardo
María Eugenia Pardo
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Llegamos a Febrero. Mes del Amor y la amistad, de los días de San Valentín, Año Nuevo Chino, MardiGrass, Miércoles de Ceniza, Presidents Day, Mes de la Celebración de la Historia Afroamericana, Mes Americano del Corazón, Mes del Liderazgo de Padres, Mes contra la violencia en las citas de adolescentes. Felicidades, al que corresponda, como corresponda.
Pero en otras latitudes, Febrero tiene connotaciones muy alejadas a las conmemoraciones que se celebran aquí.
En Venezuela, mi país de nacimiento, Febrero se ha convertido en un mes negro, pleno de fechas nefastas que han cambiado el destino de un pobre pueblo (o un pueblo pobre, póngale usted el orden) que perdió el derecho de morir por causas naturales.
You name it: 2-F, aniversario de la juramentación de Hugo Chávez como presidente de una república que él mismo se encargó de destruir. 4-F, la intentona golpista que llevó a Chávez al estrellato mediático. 12-F, Día de una Juventud que hace un año fue masacrada por las fichas de un régimen que sí levanta las armas contra su pueblo. 18-F, día en el que Leopoldo López creyó en un sistema que lo sepultó vivo en las trampas de un encierro sin ley. 27-F, día en el que “bajaron los cerros” para quedarse más abajo de lo que ya estaban.
Lo nefasto de Febrero, no se ha quedado atrás en 2015. Arrancó el 1-F con la estatización disfrazada de la Cadena de Tiendas “Farmatodo”, mediante el encarcelamiento de parte de su Directiva y la toma de varias de sus tiendas. El 3-F continuó con la estatización menos disfrazada de los Practimercados “Día a Día”, modelo exitoso de emprendimiento de José Vicente Aguerrevere – venezolano egresado de Harvard University – quien luego de graduarse con honores, regresó a su país para masificar un proyecto que en diez años abarcó 9 estados y atendía a una base de 700 mil clientes mensuales.
Y para colmo, como los días son finitos y las maldades, muchas, las fechas comienzan a repetirse. Ahora el 2-F suma a su funesto haber, la persecución que desató Maduro en contra una organización de Venezolanos en Miami por solicitarle al gobierno norteamericano que “se estudie la posiblidad de calificar al régimen de Nicolás Maduro como un narcogobierno que patrocina, defiende y estimula el narcotráfico en la región”. Así, exigió a su aparato hegemónico que difundiera las fotografías de los miembros de VEPPEX para someterlos a un supuesto escarnio que por obra y gracia de la reserva moral de muchos de quienes lo escucharon, se convirtió en halago público. Y por obra y gracia de la solidaridad robolucionaria, el 4-F apareció el Presidente de la Asamblea Nacional, en galas de GI-Joe, mostrando fotografías tipo Facebook impresas de unos Venezolanos que ejercieron su derecho de expresarse en un país libre.
¿Qué seguirá trayendo Febrero? Bola de cristal, no tengo. Pero a los Venezolanos de aquí les digo que no hay que pensar igual para estar unidos. Todos somos necesarios. La Unidad hay que pensarla, creerla y accionarla.
#JuntosSomosMas