por María Eugenia Pardo
Miami, Marzo 19, 2014.- Miami es una ciudad que no se detiene. Su dinamismo la ha llevado a ser una capital cosmopolita llena de eventos de importancia en la región y a ser considerada la capital de Latinoamérica.
Acabamos de presenciar el décimo primer Festival Internacional de Cine de Miami, auspiciado y producido por el Miami Dade College. Figuras y celebridades de la industria de la cinematografía iberoamericana se hicieron presentes en la ciudad y sin duda, realzaron la puesta en escena del evento que genera empleo y recursos para los negocios locales.
Pero no podemos dejar de lado las pequeñas cosas que hacen de Miami la ciudad vibrante que apoya a los suyos. Cada vez más, las pequeñas causas por grandes motivos hacen eco entre los miamenses, quienes se hacen presentes cuando “one of our own” (uno de los nuestros) lo necesita. El “Give Back to the Community” (Dar a la comunidad) es uno de los conceptos más puros y arraigados que definen a la Ciudad del Sol. Y es una de las conductas que los inmigrantes debemos asumir para poder integrarnos mejor.
Desde pequeños, los niños aprenden a dar, a servir a los otros y a entender que el servicio voluntario es un valor importante en la ciudad, ya sea para eventos culturales o deportivos, para apoyar la educación, la salud y el bienestar de los más necesitados, para ayudar a los ancianos, a los niños, a las mascotas. En Miami siempre hay espacio para ayudar al otro. Lo que hay es que buscar una causa que sea afín y ponerse al servicio de ella, sin dejar atrás quienes somos y de dónde venimos.
En mi caso, de mi golpeada Venezuela. Un país que se NIEGA a sucumbir ante la indudable Dictadura vene-castrista que se está riendo en la madre de TODO EL MUNDO (literalmente) porque está masacrando impunemente al pueblo, con balas, con hambre, desempleo, prisión, censura, pobreza y corrupción. Un pueblo desesperado y DESARMADO que clama por lo más elemental a lo que puede aspirar un ser humano: libertad, seguridad, educación, salud y alimentación, elementos que le han sido ARREBATADOS por una cuerda de malvivientes que se hicieron del poder por una sucesión de torpezas políticas sin precedentes.
María Eugenia Pardo
El régimen de Nicolás Maduro y sus secuaces ha desmembrando a la familia venezolana mediante el crimen, la retórica y la emigración. Y desde aquí lo que podemos hacer es convertirnos en la caja de resonancia que le haga saber al mundo las atrocidades con las que están masacrando a nuestros hermanos. Por eso, desde hace rato, mi causa es Venezuela. Y junto a muchos de mis coterráneos del Sur de la Florida, vuelvo a darle gracias a mi nueva comunidad por su apoyo irrestricto y por hacerse eco de nuestra tragedia como Venezolanos.
A ti, respetado lector, Gracias. Definitivamente, #JuntosSomosMas.
@marupardo.