Emily D. Bello-Pardo
Miami, FL
Tras finalizar las guerras seminolas, el gobierno comenzó a ofrecer lotes de tierra gratis en el sur de la península de la Florida. Estas adjudicaciones de 160 acres por persona, atrajeron a nuevos colonos y a algunos soldados, quienes se instalaron con sus familias para comenzar una nueva vida en el área, siendo el cultivo de cítricos uno de los pilares de la economía de la región. En 1984 la Gran Helada cambió todo y los cultivos del área de Miami fueron los únicos de Florida que sobrevivieron.
Dado que Miami estaba en una ubicación alejada, era fundamental brindar un acceso más simple. Julia Tuttle, propietaria de 259 hectáreas (640 acres), llegó a Miami procedente de Cleveland en 1891. Era vecina de otros visionarios que creían como ella en el futuro de Miami. Otras familias como los Brickell, los Flagler, los Merrick y los Fisher siguieron su iniciativa. Mary y William Brickell eran propietarios de 1.012 hectáreas (2.500 acres) de terreno en Miami, que en ese momento se consideraba muy inhóspita.
Julia Tuttle ofreció la mitad de sus tierras – ubicadas en las inmediaciones del Miami River – al magnate de la construcción Henri Flagler, para que éste extendiera tanto el ferrocarril como la Carretera Costera Oriental de Florida hasta la localidad de Miami y comenzara a construir una nueva ciudad de cero. La construcción del ferrocarril atrajo a trabajadores de toda Florida. El primer tren llegó a Miami en 1896 y poco después se incorporó la nueva ciudad.
El 28 de Julio de 1896, es la fecha de la fundación de Miami, cuando un grupo de ciudadanos se reunieron para nombrar a los gobernantes de la población de 300 personas que la conformaban.
El condado de Dade fue creado en 1936. Su nombre es el del Mayor Francis L. Dade, militar muerto en 1835 durante las Guerras Seminoles, en lo que ahora se conoce como el Campo de Batalla de Dade.
La ciudad prosperó durante la década de los veinte del siglo XIX pero se debilitó tras la caída del Boom de los años 20 así como por el huracán de Miami de 1926 y la Gran Depresión de los 30.
Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, gracias a su posición estratégica en la costa sur de Florida, Miami jugó un importante papel en las batallas contra los submarinos alemanes. La guerra provocó que la ciudad viera aumentados sus habitantes hasta medio millón.
Tras la llegada al poder de Fidel Castro en Cuba en 1959, miles de exiliados cubanos emigraron a Miami huyendo del comunismo. Durante las décadas de los 80 y los 90 del siglo XX la tranquilidad del sur de Florida se vio truncada por el asesinato a manos de la policía de Arthur McDuffie, que causó innumerables protestas, el Huracán Andrew y los sucesos en torno a a custodia de Elián González.
En la actualidad, Miami es uno de los principales centros financieros y culturales del mundo y hogar de cientos de miles de inmigrantes que buscan en sus tierras la materialización de su sueño americano.