Published
10 years agoon
By
AdminINMaría Eugenia Pardo
Miami, FL
Cuando supe que venía a Miami para participar en el show “EntreMundos” de Siudy Garrido en el Arsht Center, me puse feliz. Saber que iría a verlo después de tantos años me llenó de alegría y emoción. No sólo porque su Mamá y su Papá son amigos muy queridos de mi familia, ni porque le conocí cuando era un niño risueño y dedicado. Sino porque ha construido su carrera con pasos firmes que han impreso su nombre en las marquesinas de más altos kilates en la historia del teatro musical norteamericano.
Comenzó a bailar a los cinco años, en la academia de sus padres, cuando le dijo a su Mamá, “Yo quiero ir a una de tus clases”. Así creció en el mundo de la danza y de las artes, viendo con sus ojos curiosos cómo los artistas emergentes y consagrados de Venezuela pasaban por A&A Studio de Danza para perfeccionar sus dotes dancísticas, montar coreografías y shows completos. Lo recuerdo jugando con su hermanito, Víctor, en los pasillos de la mezanine del otrora “Teatro El Pinar”, por donde pasaron – entre otros artistas que iban a mi mismo horario de clases, Diveana y Carlos Baute. Era la época en la que junto a los chicos de Acción Visual, el grupo de baile al que él pertenecía, animaba un programa de TV llamado “Video Time”, en el que hacían concursos de Nintendo para ver quién ganaba en los juegos de Mario BROS, en una Venezuela en la que se podía reír y soñar.
Pasaron los años y mientras cursaba estudios académicos regulares, también se preparaba en actuación y canto. Se graduó de bachiller y se vino a vivir a Miami, donde residió por siete años, mientras disfrutaba la playa, el soccer, el congrí y los pastelitos de guayaba con queso. Desde aquí, continuó con pasos firmes afianzando su carrera de bailarín y coreógrafo, se preparó en actuación y canto, y con persistencia, logró encontrar la aguja en el pajar: después de un riguroso proceso de audiciones, fue seleccionado para un papel estelar en Broadway, en el revival de West Side Story del año 2009.
George, ¿Cómo descubriste que querías vivir de tu arte?
“Yo me he dejado llevar por donde la vida me ha llevado. Yo quería ser futbolista, cura, y hasta arquitecto. Pero se me dió estar en el medio del espectáculo, y aquí estoy”.
¿Cómo llegaste a Miami?
“Yo llegué a los 17 años porque a mi Papá, Antonio Drija, se le dio la oportunidad de trabajar aquí en una academia de baile. Aunque me iba bien en Venezuela, yo sentía que a nivel profesional, debía estar donde suceden las cosas y ya en esa época (año 2,001), en Miami se realizaban muchos premios de música. Me tomó seis meses conseguir mi primer trabajo como bailarín, que era lo que yo sabía hacer en ese momento, pero lo conseguí y así empecé aquí”.
La primera artista con la que bailó fue con Patricia Manterola. Luego siguieron “Premios Lo Nuestro” bailando con Gilberto Santarosa y con Paulina Rubio. Más tarde, ese mismo año en los “Latin Billboards” bailó con Carlos Vives y con Christian Castro. Y de allí en adelante, Gloria Estefan, Celia Cruz, Ricky Martin y Alejandro Sanz, entre otros artistas, estuvieron en su agenda de trabajo.
¿Qué sentiste al trabajar con estos artistas a tus 18 años?
“Un compromiso muy grande, y mucho respeto. Además de una gran responsabilidad por hacer muy bien mi trabajo”.
En esa etapa, su meta inmediata era seguirse desarrollando como bailarín. “Quería trabajar, hacer giras, conocer países y vivir el presente”, nos contó. Tanto así que hasta bailó con Meryl Streep en la escena final de la película “Pegado a ti” (2003).
En sus viajes a Nueva York, George no perdía oportunidad de ir a Broadway. “Yo sabía de los musicales, sabía quién dirigía qué, y muchas otras cosas. Pero Broadway es algo tan difícil de lograr, es algo tan complicado, que sin ser pesimista, nunca pensé que yo tendría la oportunidad de estar allí”, continuó. “Lo que sí sabía era que en el único show en el que me veía trabajando era en West Side Story”.
Un día, llegando de Venezuela, prendió su celular en Miami y tenía siete mensajes de su amiga Marielys Molina, avisándole de las audiciones para West Side que volvía a Broadway. Para ese momento sólo había participado en los musicales “Salvaremos la vida”, dirigido por su Mamá, Anita Vivas – en Caracas y en “Visa para un sueño” de su amigo, Raúl González. Al devolver la llamada se dio cuenta que la audición era ese mismo día. Pero no se desanimó y logró ir a un Open Call (audición abierta) que se realizó en Las Vegas. Al mes y medio tuvo un Call Back en Nueva York, en donde estaban los seleccionados en Miami, Chicago, Las Vegas, Los Ángeles, Nueva York, Puerto Rico y España.
¿Cómo recibiste la noticia de haber ganado el papel de Bernardo?
“Fue en la última audición. Allí estábamos en un salón treinta y pico de actores. Cuando hicieron el último llamado, nos dijeron: “Bueno muchachos, bienvenidos a Broadway” y ese cuarto se vino abajo en aplausos. Fue un momento increíble en mi vida”.
¿Cómo le diste la noticia a tu familia?
“Aunque yo protejo mucho lo que hago, mi hermano Víctor se había enterado por un rumor que le llegó y se lo conté por teléfono. A mi Mamá, que no sabía nada, se lo escribí en una servilleta que a medida que la iba abriendo, le iba diciendo lo que iba a hacer. Y aunque mi Papá sabía que estaba aspirando al papel – porque la primera audición fue en Las Vegas y él trabaja allí en el Cirque du Soleil, su reacción fue muy especial porque me dijo, “Yo estoy viviendo mi sueño a través de ti, porque el papel de Bernardo ha sido una inspiración para hacer lo que yo hago”.
Así comenzaron sus días en el legendario Palace Theater de la calle 42 en Broadway, haciendo el papel de sus sueños por los casi dos años que duró el reestreno. “Mi vida es un antes y un después de Broadway. Siempre recordaré lo que sentí en las audiciones y en las temporadas. Me quedo con todo lo bueno y positivo que trajo a mi vida”.
En este momento, George siente que vive en un aeropuerto, está enfocado en hacer cine y en el show “Entre Mundos”, producido y dirigido por Pablo Croce y estelarizado por Siudy Garrido y Antonio Canales. Recién terminó de filmar una película venezolana llamada “Kilómetro 72” y un film de cine independiente en Las Vegas “Sins of our youth”. Se sigue preparando en cuanto a los diferentes acentos que puede interpretar para tener más chance en sus futuras audiciones y no deja pasar un día sin aprender algo nuevo. “Yo cada vez que puedo asistir a un taller de actuación, lo hago. Asisto a clases de baile, de instrumentos y de canto. También me gusta pintar y de un hobbie, pasé a ser uno de los artistas oficiales de FONZO, un muñeco de vinyl diseñado por latinoamericanos que ha ganado premios. Este año participaré en la segunda exposición en Miami junto a artistas de la talla de Romero Britto”, expresó.
Definitivamente, George Akram tiene una buena estrella que guía sus pasos. Unos pasos firmes y muy bien trabajados que lo han llevado a los mejores escenarios que artista alguno pueda aspirar, y que seguirán conduciéndolo por el camino del éxito porque su dedicación, su talento y su constancia le pavimentan la vía a diario. Anita, Antonio, ¡Qué buen trabajo han hecho con sus dos hijos!. George, que sigan tus éxitos. Aquí estaremos para aplaudirte en cada uno de tus buenos pasos.
#SiSePuede
COORDENADAS @GeorgeAkram en Facebook, Twitter e Instagram www.GeorgeAkram.com#PositiveVibes | Carlos Saúl presenta la conferencia “Nada que perder” en el MACC
#2mas2IgualExito | Multiplicación por 11
#SiSePuede | Entrena tu mente para ser feliz.
#Gente305 | Angélica Vale – Nacida para triunfar (y para cumplir sueños)
#QuePasaMiami | Una cartelera diferente
#Gente305 | María Alejandra Requena – Lejos, pero no ausente