por Jesús R. Bello
Miami, Febrero 19, 2014.- Vivimos en un mundo de causa y efecto, de acción y reacción, por lo que la forma en que pensamos y hablamos afecta nuestra visión de la vida.
Esto se explica en la tercera ley de Newton, que establece que con cada acción ocurre una reacción igual y contraria. Es decir, que la forma en la que enfrentemos las situaciones de nuestras vidas, serán el reflejo de lo que recibiremos en ella y todo lo que hagamos en nuestras vidas se devolverá de la misma forma y con la misma intensidad.
Aplicándolo a lo que hacemos y a lo que pensamos, los pensamientos también forman parte de esta dinámica. La especialista en neurobiología del comportamiento, Marta Ligioiz, asegura que “Un pensamiento negativo se distingue porque no conduce a la acción ni a algo útil; sólo considera las limitaciones, y no las posibilidades”. Es por ello que nos debilitan, provocan desánimo, nos paralizan… pero sobre todo nos impiden evolucionar, encerrándonos en la queja, en la victimización y en la zona de comodidad en la que nos hemos instalado.
Por el contrario, los pensamientos positivos condicionan el comportamiento y la forma de tomar acciones hacia el crecimiento, la expansión y el éxito, porque al reforzar positivamente todo lo que hacemos, se impregnan de elevadas vibraciones todo lo que nos rodea. Sólo trabajan en nuestro beneficio y en el de los demás, dado que en la mente, lo positivo atrae lo positivo y rechaza a lo negativo.
Según la Psicóloga Ana Bastida de Miguel “los pensamientos positivos potencian las emociones positivas (alegría, anhelo, ilusión, bienestar físico) y también muchos comportamientos dirigidos a la gratificación y a la resolución de problemas” y son la base para llevar una existencia equilibrada.
Pero surge la siguiente pregunta, ¿Cómo puedo cambiar los pensamientos negativos y convertirlos en pensamientos positivos?
Para lograr este cambio debemos procurar un enfoque constructivo a los pensamientos positivos. Esto quiere decir que debemos tomar acción, forzando a nuestra mente a trabajar en nuestro beneficio produciendo iniciativas, soluciones e ideas que estimulen la creatividad. Así, desarrollaremos la confianza necesaria para convertirnos en personas mentalmente estables y creativas, evitando que nos afecten negativamente aquellos eventos sobre los cuales no tenemos ningún control.
A continuación algunas recomendaciones para beneficiarnos del cambio a los pensamientos positivos en nuestras vidas:
Toma el control de tus pensamientos y céntralos en lo que te gusta.
Mantén tu cabeza alejada de noticias negativas y de personas negativas.
Utiliza tus sentimientos para identificar los pensamientos negativos, y sustitúyelos por pensamientos positivos. Siempre debes buscar algo positivo en cualquier situación.
Jesús Bello
Suelo utilizar dos frases muy poderosas en mi vida para lograr el cambio de pensamientos negativos a positivos: “Voy a ser más positivo porque así lo decido” y “Estoy bien, porque me va bien y me va bien, porque estoy bien”.
Para alcanzar el equilibro debemos llenar nuestras vidas de pensamientos y acciones positivas, para evolucionar, para avanzar, para ver el vaso medio lleno y no medio vacío, para transformar nuestras vidas, para crear una realidad nueva y beneficiosa.
Al llenar nuestras vidas de pensamientos, acciones y refuerzos positivos, estamos dando un paso más para alcanzar una vida balanceada.
#SiSePuede