By: Jesús R. Bello R.
INTEGRATE NEWS
16 Noviembre 2017
2:16 am
Miami, FL. – Posponer lo que se debe hacer es una práctica común entre aquellas personas que se sienten abrumadas, porque encuentran que es más fácil dejar para después lo que debe hacerse hoy.
La procastinación – también llamada postergación, posposición o aplazamiento, está considerada como un trastorno del comportamiento que tiene su raíz en la asociación de la acción a realizar, con el cambio, el dolor o la incomodidad.
Esta afección como síndrome que evade responsabilizarse posponiendo tareas a realizar, puede llevar al individuo a refugiarse en actividades ajenas a su cometido. La costumbre de posponer puede generar dependencia de diversos elementos externos, tales como navegar en Internet, el uso indiscriminado de las redes sociales, leer libros, salir de compras, comer compulsivamente o dejarse absorber en exceso por la rutina laboral, entre otras, como pretexto para evadir alguna responsabilidad, acción o decisión, creando de esta forma un olvido “voluntario”.
William Knaus, en su libro “Superar el hábito de posponer”, destaca una serie de características personales que son propias de las personas con tendencia a la procastinación. Estas personas pueden sufrir de creencias irracionales, perfeccionismo, miedo al fracaso, ansiedad, catatrosfismo. También sufren de rabia e impaciencia, necesidad de sentirse queridas o sentirse saturadas por todo lo que se les acumula por hacer.
Pero como todo trastorno, la procastinacion tiene solución, y es lo que yo personalmente llamo la Filosofía del DO o del Hacer. Básicamente hay que estar conscientes de que se tiene un problema al aplazar la realización de los pendientes y tomar acciones concretas para enfrentar las tareas con determinación.
En el libro “Esperar, el arte y la ciencia de aplazar” el autor Tony Partnoy recomienda empezar a cambiar dicho comportamiento como quien empieza una dieta para bajar de peso: con constancia. Y asumiendo qué es lo que se deja para después y porque se deja.
A continuación algunas recomendaciones para dar los primeros pasos para vencer el estancamiento que produce este trastorno :
– Anotar en una lista los pendientes del día (To Do List), e ir marcando aquellos que vamos ejecutando.
– Tomar la lista de pendientes del dia y asignarle prioridades de cumplimiento.
– Identificar cuáles son las actividades que nos causan mayor ansiedad o aburrimiento para hacerlas de primero. Sentirás satisfacción al saber que “saliste de eso”.
– Revisar al final del día la lista de las actividades no cumplidas, y evaluar brevemente por qué no los realizamos, de esta forma así iremos teniendo una noción del porqué de nuestro retraso.
– En la lista de pendientes del día siguiente, debe asignársele prioridad de cumplimiento a aquellas actividades que no realizamos el día anterior.
Al aplicar estos sencillos pasos y con el transcurrir de los días, irás descubriendo que aquellas tareas que evadimos o aplazamos, no eran tan grandes ni abrumadoras como pensamos en un principio.
Si comienzas por ordenar y priorizar tus actividades, el proceso de organización personal fluirá y vivirás tus días con menos estrés, y esto a la larga contribuirá a balancear todos los aspectos de tu vida.
#SiSePuede