Published
11 years agoon
By
AdminINCésar López
Seguro que han escuchado: “El que ahorra siempre tiene”.
Se puede entender como ahorro a la parte del ingreso que no se destina al gasto y que se reserva para necesidades futuras. Siempre hemos escuchado esta palabra o acto, pero hoy en día le damos muy poca importancia. Vivimos en una sociedad de consumo donde las apariencias resultan ser más importantes que nuestro propio futuro.
Hemos estado en una crisis financiera atribuída a muchas causas, casi todas relacionadas con factores externos como la guerra, el precio del petróleo, las decisiones de las administraciones públicas, la burbuja del mercado de bienes raíces y muchas otras más. Pero no nos damos cuenta que a nivel personal y familiar podemos contrarrestar los efectos de tal situación financiera.
Nuestro país, los Estados Unidos de Norteamérica, tiene una población de aproximadamente 320 millones de habitantes – de los cuales el 10% en la parte superior, no tienen problemas financieros porque tienen un alto poder de ingresos. Ellos están bien financieramente. Hay un 15% de la población cuyo nivel de ingresos los ubica cerca y por debajo del nivel de la pobreza, estos aparentemente no tienen problema, se han acostumbrado a vivir de los planes y ayudas sociales del gobierno. Pero, existe un grupo del 75% de la población que compone la gran clase media. Este es el grupo que mueve la economía del país, pero también es el grupo que tiene el mayor problema: NO AHORRAN, viven al día – es decir de cheque en cheque. Si se les presenta una emergencia o imprevisto, lo pierden todo. Si los despiden de su trabajo o cierran las empresas donde laboran o hay un estornudo en su economía personal, su situación económica financiera se ve altamente comprometida. Además los niveles de crédito asumidos por este grupo no les permite respirar tranquilamente.
En mi diario quehacer como planificador financiero, le hago la pregunta a la mayoría de las personas con las que converso: ¿Qué está haciendo para su futuro financiero?. La gran mayoría me responde que no pueden hacer nada, que los gastos no les permite pensar en el futuro. La mala noticia es que si esta manera de pensar y actuar no cambia, les auguro un futuro financiero complicado.
La buena noticia es que sí se puede, pero requiere de un cambio en los hábitos que exige un gran esfuerzo – pero que a la larga generará salud financiera a los individuos y familias de nuestra sociedad. Es como cuando una persona tiene sobrepeso, se siente mal, no le gusta cómo se ve en el espejo, la ropa no le sirve, no le queda bien y siempre piensa que es imposible rebajar unas libras. Sólo después de tomar una decisión firme de querer bajar esas libras, fijarse una meta específica con fecha de vencimiento y trazar un plan con revisiones periódicas, es que podrá lograr su objetivo. Lo mismo sucede con el ahorro.
Cualquier libro de desarrollo personal o profesional, incluyendo la Biblia, tiene un capitulo en común: EL AHORRO.
Proverbios 6:6-8 Habla acerca de las hormigas que recogen en tiempo de siega. He visto como en largas filas van llevando comida hacía su guarida, esto con el objetivo de tener alimento para el invierno. Estos insectos que trabajan por instinto nos dejan una enorme lección acerca de guardar para el futuro.
Si leemos a Napoleón Hill o Andrew Carnegie entre otros, el común denominador es la frase : ¡Páguese a Usted primero!. Esto quiere decir que cuando recibamos nuestro pago por nuestro trabajo, hagamos un apartado de al menos 10% y aprendamos a vivir con el restante 90%. Si usted recibe $1,000 semanales, usted debería guardar el 10 % o sea $100.00 y debe ajustar sus gastos de vida a los restantes $900. Esta operación la debe repetir cada vez que reciba un pago. Cuando usted logre mantener este buen hábito por al menos seis meses, usted estará en el camino de la sanación financiera.
Si usted es un empleado de una empresa en este país, yo le pregunto cuando recibe su cheque semanal, quincenal o mensual, ¿Quién cobra primero que Usted? Si revisa el comprobante del cheque donde le indica el detalle del mismo, podrá observar que el primero que cobra antes que usted es el Servicio de Impuestos sobre la renta y la razón es muy sencilla: imagínese por un segundo que fuese al revés y que el impuesto le dijera a usted que le enviara la parte correspondiente al final del mes después de cubrir sus gastos …….
Lo primero que debemos hacer es crear un presupuesto con los gastos básicos de vida tales como vivienda, utilidades, alimentos, seguros, transporte; ajustarlos a nuestro nivel de ingreso después de haber separado el 10% para el ahorro y mantenernos estrictamente dentro del mismo. Debemos aprender a diferenciar entre las necesidades y los deseos. Cuando vamos a comprar algo preguntarnos esto realmente lo necesito para vivir o es simplemente un deseo.
Existe una regla de planificación financiera que indica que cada persona debe tener un fondo para emergencias equivalente a seis meses de lo que es su ingreso mensual. Si usted recibe $2,000 al mes debería tener una reserva para emergencias de al menos $12,000. Mientras mayor sea este fondo, mas seguridad financiera usted y los suyos tendrán. La palabra Emergencia no incluye vacaciones ni caprichos, son estrictamente emergencias.
La mayoría de nosotros somos inmigrantes que por diferentes razones vinimos a este país buscando un mejor futuro para nuestras familias. Pensemos por un momento en aquellos inmigrantes Europeos que se fueron de sus países en la gran mayoría de los casos, por motivos derivados de las guerras mundiales; Españoles, Italianos, Portugueses, Franceses, etc. Estos inmigraron a muchos países en Latinoamérica y se dedicaron a trabajar desde muy temprano hasta muy tarde, pero también se dedicaron a guardar y ahorrar mucho más del 10% (yo diría que ahorraban al menos entre 60 y 70%). Hoy en día tienen fortunas, pero quizás no buena salud debido al exceso de trabajo físico. Debemos buscar un equilibrio para vivir tranquilos, disfrutar la vida pero ahorrar para el futuro, bien sea el retiro, la educación de nuestros hijos o cualquiera que sea el deseo de cada una de las familias.
Una vez comenzado el buen hábito del ahorro, el próximo paso es analizar las diferentes opciones para hacer crecer los ahorros. Lograr que el Señor Interés trabaje para nosotros y no lo contrario. Cuando nos endeudamos a través del crédito, nosotros estamos trabajando para el Señor Interés. Uno de los grandes descubrimientos de Albert Einstein fue el efecto del interés compuesto. En la próxima entrega conversaremos sobre este tema, pero como tarea les dejo la siguiente pregunta:
Si alguien le ofreciera a Usted dos opciones, siendo la primera recibir un maletín con un millón de dólares en efectivo y la segunda opción recibir un centavo que por los próximos 30 días se duplique diariamente ¿Cuál tomaría UD?
COORDENADAS
César López |CEO
Proactive Financial Alliance
Telf. (305) 794.7774