Luis Sosa
Miami, FL
Nos preparamos para ser profesionales, deportistas, curas, políticos… de todo, pero no para lo más seguro que nos espera: la muerte. Es un tema que incomoda, que se evade y se evita a toda costa, pero al final, con toda seguridad será lo más importante de nuestra vida, bien sea porque un ser querido se nos va o porque somos nosotr@s quienes somos requerid@s en el “más allá”.
Y ¿Cómo se prepara un@ para la muerte?. Para empezar, perdiéndole el miedo y sacudiendo el halo de misterio que rodea al tema: hablándolo con naturalidad, investigando y, más importante, haciéndose amigo de ella… entender que es parte de la vida y no sólo el final de ella, entender que la muerte sucede a cada segundo para abrirle paso a lo nuevo, a lo que debe venir, a lo necesario.
Una niña muere para darle paso a una adolescente… conserva todas sus vivencias intactas, pero esa niña no está más, está la joven, ¿Da tristeza el cambio de niña a joven?. Sólo si nos apegamos al pasado y no aceptamos el nuevo estado de esta persona.
Algunas personas aceptan la vejez, otras no… estas últimas sufren mucho cuando empiezan a ver arrugas, canas y achaques. Las primeras las llevan con aceptación y hasta con humor… para otras es todo un velorio. Cuando terminamos una relación sentimental porque nos sentimos agredid@s, atropellad@s y limitad@s, de alguna manera morimos, enterramos miedos, una baja autoestima, un pasado triste y cuando nuestras amistades nos ven, celebran y nos apoyan por semejante acto heroico… y fue una muerte total!.
Con el fallecimiento de un ser querido pasan dos cosas muy importantes: no sabemos qué pasa con la vida inteligente que animaba ese cuerpo y nosotr@s dejamos de tener la compañía y todo lo bueno que nos brindaba esa persona. Nuestro dolor se fundamenta en esas dos cosas. Con respecto al no saber qué pasa con ellos, sentimos miedo, vacío, angustia… ¿Qué pasará con mi ser amado?. Estamos acostumbrados a “ver para creer”, así que, si no vemos “no hay nada”, es el fin, se acabó todo. Con respecto a lo que perdemos sin esa persona, estamos siendo egoístas, sólo pensamos en lo que recibíamos y ya no vamos a recibir más.
Ya es tiempo de ver la muerte desde otra perspectiva, más amplia, amorosa, inteligente…
Acércate a ella, sin miedo, entiéndela, abrázala… te revelará algo vital!.
Luis Sosa
Coach Holístico
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