Luis Sosa
Miami, FL
El 24 de Diciembre, los católicos celebran el nacimiento de Jesús… ya es hora de que empecemos a celebrar también el nacimiento de niños especiales… muy especiales!.
Yadira no daba crédito a sus ojos cuando vio a su pequeño Esteban de 6 años terminar un rompecabezas enorme, de más de 1,000 piezas, en tan sólo dos días… Pedro habla de Gabriela, su niña de 4 años, con un poco de incredulidad ya que, la niña habla de su abuela como si la hubiera conocido, comentando detalles que sólo conocen quienes vivieron con ella… ¿De dónde lo supo?. Marlon, con tan sólo 11 años, habla con sus padres o cualquier adulto, de “tú a tú” cuando tocan el tema “espiritual”… él plantea que Dios está en todas partes y que no hace falta ir a templos o hacer rituales de ningún tipo, que sólo basta contactar tu corazón para sentir a Dios y toda su creación.
¿Qué está pasando con estos niños que están naciendo?… ¿Son producto de la velocidad en la que vivimos?, ¿Vienen con un ADN diferente y por lo tanto con nuevas y más grandes cargas de información?, ¿Será que son “almas” más evolucionadas y vienen a enseñarnos y a subir el nivel de consciencia en el planeta?… No lo sabemos, lo cierto es que son especiales y están provocando un cambio evidente en la vida de tod@s.
Es imposible educarlos por la fuerza, al mínimo enfrentamiento, todo se tranca… nos están forzando a negociar, a explorar nuevas soluciones, a mejorarnos como personas y a buscar respuestas que no están dentro de nuestro “disco duro”.
El sistema educativo no los entiende y a muchos los etiquetan de problemátic@s y a veces terminan con una receta “médica” obligatoria para que “se sientan mejor”, es decir, no perturben.
Pero, ¿Es que acaso el objetivo de la vida es estar cómodos e inalterados?… ¡No!, debemos evolucionar, estar retados e incómodos para ir hacia adelante y quienes están generando este impulso son los niños. Debemos darles un soporte, una estructura de disciplina para no perderlos, pero debemos darles aire, cancha, espacio para que se expandan y terminen el trabajo que han empezado. El crecimiento es mutuo, en grupo… Ellos deben desarrollarse y romper estructuras de manera armónica y nosotros los adultos debemos aprender a ser flexibles y elásticos para tolerar lo nuevo y aplicarlo. Cuando engranemos estaremos creando una nueva sociedad, quizá esa sociedad luminosa que predijo… el primer Jesucristo.
Luis Sosa
Luis Sosa
Coach Holístico
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